Croacia, Europa

Una semana en Croacia

Si en el post anterior os dimos algunos tips generales para entrar en materia croata, en el de hoy os contamos la ruta que hicimos por este magnífico país.

Como dijimos, recorrimos Croacia de norte a sur en coche. Pasamos 8 días y 7 noches divididas de la siguiente manera:

  • Barcelona – Zagreb (1 noche)
  • Zagreb – Rovinj (2 noches)
  • Rovinj – Split (3 noches)
  • Split – Dubrovnik (1 noche)

Día 1. – Barcelona – Zagreb:

El primer día fue cuestión de aterrizar en Zagreb, recoger el coche de alquiler y dirigirnos al hotel. Nos dieron un coche que cambiaríamos al día siguiente en la misma puerta del hotel. Estaba cerca del aeropuerto porque llegamos tarde y simplemente hicimos esa noche.

Día 2.- Zagreb – Rovinj:

Durante el primer día, dedicamos unas horas a la capital croata. Es verdad que no llevamos nada planeado y fue casi de paso, pero luego nos gustó lo poco que vimos. Lo más relevante, o lo que más llama la atención del viajero, es el casco antiguo de Zagreb. Aún así hay algunos lugares que vale la pena destacar.

Para empezar, es importante decir que el tramvía es un medio de transporte muy común que cruza la plaza principal de l ciudad: Ban Josip Jelačić, el punto de partida para conocer el casco antiguo.

  • Mercado Dolac: mercado de frutas y verduras al aire libre que abre por las mañanas.
  • Plaza Kaptol: presidida por una estatua dorada de la Virgen Maria que está sobre una torre alta.
  • Catedral de Zagreb: visible desde cualquier parte de la ciudad.
  • Tkalciceva: una calle con mucho ambiente, bares y terrazas a cada lado, algo que describe mucho el carácter de Zagreb.
  • Iglesia de San Marcos: lo más llamativo es su techo de colores con los escudos de armas de Croacia, Eslovenia y Dalmacia.
  • Plaza Petra Preradovica: que esconde una curiosidad relacionada con una mini bici.

A partir de estas cositas que vimos, creemos que merece la pena hacer un free tour o algún otro tour que explique la historia de esta ciudad. Nosotras no podemos recomendar nada más, pues fue una visita breve.

De aquí, nos fuimos hacia Rovinj, siguiente parada a unas 5 horas de trayeto, ahí es nada. Así que al llegar, nos acercamos a la playa donde estaba nuestro camping, vimoa el atardecer, cenar y dormir.

Día 3.- Rovinj – Pula – Rovinj:

Estamos en la Península de Istria y nos dirigimos a Pula, ciudad bañada por el mar Adriático. Entramos directamente en un lugar que bien podría recordar a Italia, por su legado romano.

El principal atractivo de Pula está en su Anfiteatro (o Pula Arena), uno de los más grandes y mejor conservados.

Pero también hay otras reliquias de la antigua Roma que ver:

  • Puerta de Hércules.
  • Arco de los Sergios.
  • Teatro Romano.
  • Museo arqueológico y de historia de Istria.

Nosotras cogimos un barquito, donde comimos un plato de pescado. Nos llevaron a conocer el Parque Nacional de Brijuni. No lo llevabámos previsto, por lo que lo contratámos ese mismo día en el puerto de la ciudad.

De vuelta a Rovinj visitamos esta preciosa ciudad que nos enamoró.

Importante: no os podéis perder los atardeceres en Rovinj, son espectaculares.

Día 4.- Rovinj – Plitvice – Split:

Amanecimos temprano pues teníamos un buen trayecto en coche. Fueron unas 3 horitas hasta Plitvice Jezera. El camino, eso si, es una delicia, de esos que molan hacer, y de los que se disfrutan. Descubrimos un país donde se notaba el paso de una guerra no mucho tiempo atrás.

El Parque Nacional de Plitvice Jezera es el PN más antiguo de Croacia, aunque se proclamó como tal en 1949. Se ubica entre Lika-Senj y Karlovac.

Es un lugar espectacular. Seguro que si pensáis en Croacia vuestros dos must son Dubrovnik y este PN. Para nosotras era imprescindible visitarlo a pesar del palizón de coche y de andar que hicimos en el mismo día. Nuestra estancia en el Plitvice fue de unas 6 horas entre la prte alta y la baja en que se divide.

Si queréis comprar entradas anticipadas, lo podéis hacer en el siguiente enlace.

Al salir de aquí pusimos rumbo a nuestra siguiente parada: Split.

Día 5.- Split:

Split creo que es la gran olvidada en Croacia (aunque me da la sensación que eso ha empezado a cambiar o lo hará).

Su situación y los ferris que llevan a las islas croatas, lo convierten en un campamento base perfecto. Además de la propia belleza e historia de la ciudad, claro.

Su casco histórico esconde lugares preciosos y que vale mucho la pena conocer como por ejemplo:

  • Palacio Diocleciano: que data del siglo III y hecho de piedra caliza blanca.
  • Catedral de San Diomo y el Templo de Júpiter: destacan sus catacumbas.

Pasearéis por el paseo marítimo al que llaman Riva, llena de bares con terrazas que durante día y noche están llenitas de gente. En general decir que es una ciudad con mucho ambiente y bastante oferta de ocio.

Si queréis ir a la playa, bien, pero no penséis en encontrar arena o sombrillas, nada de eso, cemento puro y duro y subir escalerillas después del baño. Vamos, como si fuera una piscina natural a la que accedimos por unas vías de tren.

Día 6.- Hvar:

Este día decidimos ir a una de las islas cercanas a Split. Elegimos Hvar, ya no recuerdo porque, pero nos pareció muy bonita y fácil y rápida de recorrer. Se nota que el nivel de las personas que van allí con sus barcos o yates, es alto.

Dejamos el coche y cogimos el ferry que nos llevaría de Split a Stari Grad en la isla de Hvar. Allí compartimos una furgotaxi con algunas personas más y con un taxista muy rockero (aún lo recuerdo, que risa).

Para informaros (inglés, italiano y alemán) sobre precios y horarios, click aquí.

Tip: llevad cangrejeras pues las playas son de piedrecitas y os dejaréis los pies, literalmente.

Día 7.- Split – Dubrovnik:

Cogimos bien temprano el coche para dirigirnos a la última parada de este viaje. ni que decir tiene que, después de Plitvice, la más esperada.

Por este trayecto cruzaréis dos pasos fronterizos, el primero de Croacia a Serbia y poco después de vuelta de Serbia a Croacia. Son trámites en el que el conductor enseña su identificación y pasas.

Una vez llegamos a Dubrovnik, después de unas 3 horas y media, dejamos el coche atrás para callejear por la ciudad sin ninguna prisa.

Dubrovnik, la llamada ‘perla del adriático’. Por aquella época su belleza ya era conocida y reconocida por el viajero. Lo cierto es que se recorre fácilmente y que merece mucho la pena hacer una parada o una escapada a esta ciudad.

Hoy, además, cuenta con el añadido de Juego de Tronos. Si a alguien se le había pasado por alto visitar esta ciudad, gracias a esta serie, se ha vuelto a poner en el mapa y en la lista viajera de muchxs. (Seguramente habrá quien piense que esto es un problema o que es triste reconocer una ciudad, un lugar o un país por algo fuera de su propia historia o belleza. La verdad que creo que lo importante es conocer mundo y si la excusa de un destino o de un monumento lo ponen las series o películas, donde está el problema?).

8.- Dubrovnik – Barcelona.

Nuestra ruta croata finaliza aquí.

A día de hoy seguramente repetiríamos el mismo recorrido pero añadiendo más días y, obviamente, más paradas en el camino.

Croacia es un país que merece mucho la pena descubrir.

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